Es el momento de despedirnos de este rinconcito de Vilches llamado escuela. El hermoso viaje que comenzamos juntos llegó a su fin, el curso ha llegado a su recta final.
¡Qué lindo es mirar para atrás, como asomándose por una ventana y recordar esas caritas de asustados cuando llegué en septiembre, con sus mochilas nuevas y con las caritas llenas de lágrimas reclamando irse con su mamá, ¡¡¡me faltaban manos para cogerlos y cargarlos a todos!!!
Pero os prometo, que
a todos dedique el mejor de mis abrazos, el mayor de los consuelo y miles de besos
para tranquilizar y calmar esas almas angustiadas!
Trabajamos mucho, como las hormiguitas laboriosas de la primavera, sin
descuidar los detalles, compartiendo y ayudándonos a crecer.
Muchas veces, os diría que casi todos los días, me sentí una
gallina, rodeada de sus pollitos.
Compartimos paseos, disfrutamos de aventuras y conseguí aprender muchas
más cosas de ellos este curso de las que no sabía. Junto a vuestras
familias intentamos hacer de vosotros unas buenas personas, quisimos
educaros en libertad, hacer que crecieran vuestras alas para ayudaros a
volar durante toda vuestra vida.
Hemos pasado momentos buenos y de los otros…… Me quedo con la carcajada, la
emoción, la sorpresa, los perdones, el juego, la alegría, “el seño que guapas
estás” aunque no hubiera dormido mucho la noche anterior, o el “seño
te echo mucho de menos, ¿Cuándo nos volvemos a ver?”.
Todavía no sé muy bien como explicarles a mis niños estos
días que me quedan que cuando comience el cole otra vez ni Popi ni yo estaremos
aquí, hay mi clase a mis pollitos, os habéis convertido en mis preciosos niñ@s,
vosotros me habéis enseñado tanto, me habéis hecho reír, soñar, enfadarme también
mucho, y perder la paciencia unas cuantas de veces, pero en esto consiste la enseñanza.
Recordad que al igual que no hay cariño mas puro
y mas grande que el amor de una madre hacia un hijo, no hay cariño comparable
como el de una maestra hacia sus alumno@s!!!!
Puse de mí lo mejor y pido perdón por aquellas cosas que me
salieron mal, aun proponiéndome hacerlo bien.
¡Gracias por todo y haberme confiado a vuestros
tesoros más grandes, vuestros hijos!
Con todo el cariño de quien mucho los quiere..
MARI NIEVES
Hola! Gracias por tu trabajo, le leeremos esta carta de despedida a Roberto y siempre le recordaremos quien fue su primera maestra. Suerte!
ResponderEliminarMuchas gracias, me acordaré mucho de ellos, seguro que le irá genial el próximo curso.
ResponderEliminarQué bonito seño, ha sido una suerte tenerte compañera y de guía para saber llevar a tus pollitos que, con tu permiso y el de las familias, también considero un poquito míos. Happy Holidays!
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